EL TORERO Y LA ARTISTA, DOS PERSONAJES MÁGICOS Y PROCLIVES A LA LEYENDA
   

  

            El brillo de los alamares del traje de luces de los toreros y el relucir de las lentejuelas del vestido de las mujeres del escenario, siempre han estado unidos por el romance del torero y la cupletista o bailarina, o bien con la artista de cine o del teatro. Es un constante motivo de charlas en los cafés, colmaos y mentideros, al igual como noticias de actualidad en la televisión y redacciones de los más avispados periodistas y revisteros.

            Bastantes de estos amores o amoríos se desvanecen pronto, al contrario otros muchos acaban en boda, aunque algunos después lleguen al cansancio, la discordia, y finalmente, a la separación o divorcio, no sin antes de haber tenido sonadas y largas contrariedades.

            Pero otras veces, felizmente, la unión sentimental del hombre del ruedo con las mujeres de la escena, no tienen ese final tan desdichado. Siempre hubo y habrá parejas felices. Su amor llegó al cauce del matrimonio. Se crearon hogares, nacieron hijos. Quedaron lejos los riesgos de las plazas. Los aplausos y los halagos de la popularidad se perdieron. La vida se hizo tranquila y sencilla. Simplemente –en el torero y en la artista- una vida más, como tantas otras.

            A lo largo de la historia de la tauromaquia, esas “pasiones” no dejaron de existir. A mediados del siglo XVIII, el rondeño José Ulloa, alias “El Gitano”, torero de sobrado valor y con el arte sobrio aprendido en Ronda de manos de los hermanos José y Gaspar Romero (muerto este último en la plaza mayor de Salamanca, por un toro en el año 1802), el mencionado Ulloa, hombre de gran atractivo físico para féminas, heredero del sobrenombre de “Tragabuches” por parte de su padre Manuel, quien este se comió un “buche” (asno recién nacido) al aceptar una apuesta y ganarla en una noche de juerga entre amigos y poder devorárselo en menos de cuatro horas, claro está, con el vino y pan necesario para tan abundante plato, tuvo un idilio de amor platónico con la bellísima y elegante bailaora “La Nena”, a la que posteriormente daría muerte arrojándola por un balcón de su casa, al sorprenderla en el lecho con el adolescente sacristán de Ronda, llamado Pepe “El Listillo”, el que se ocultó en una tinaja destinada para el agua al notar la inesperada presencia, degollándolo de inmediato, hecho tan cruel ocurrido cuando repentinamente José Ulloa se volvió a su casa desde la mitad del camino de donde marchaba con su caballo “Careto” hacia Málaga, lugar en que tenía previsto torear una corrida de toros de la ganadería de Vistahermosa, con los diestros José María Inclán y Francisco González “El Panchón”, en honor de la vuelta a España del rey Fernando VII, después de estar exiliado. Atraído bien por celos y sospechar de su amada, infirió una caída del caballo quien dijo haber chocado con el ramaje de una encina y que le impedía torear, o simplemente, simular y querer enfundarse con ella entre sábanas con olor a tomillo y a romero impregnado durante el trayecto en la serranía rondeña. Buscado inmediatamente por la Justicia, por tan horrible doble crimen, se marchó a la sierra para engrosar en la célebre banda de bandoleros de los “Siete Niños de Ecija”. Con  anterioridad de ser torero se inició en el mundo del contrabando por la zona de Algeciras y comarcas de Ronda.

            Pero no todos es el caso anterior, siempre ha existido y seguirá existiendo amores mutuos y verdaderos para toda una vida tranquila y feliz, sin embargo otros romances llevan o han llevado una tormentosa y repleta de escándalos, y los menos, desgraciadamente, segados por la muerte u otras adversidades sobre todo la del torero, pero todos ellos interesantes, con personalidad mágica y proclive a la leyenda, aunque sus vidas habitualmente sean normales.

            Y siguiendo con los romances de estos personajes, podemos citar una larga lista de casos como son:

            - Francisco Arjona “Curro Cúchares”, y la artista-bailarina de cabaret “La Campera”.

            - Fernando Gómez “El Gallo”, y Gabriela Ortega, bailaora de flamenco, matrimonio impuesto a la fuerza por los familiares.

            - Rafael Molina “Lagartijo”, y la “Tía Anica de Ronda”, elegante bailaora de flamenco.

            - Antonio Sánchez “El Tato”, y “La Camperita”, importante en el cante flamenco.

            - Antonio Reverte, y la artista de teatro Paola del Monte, la que le regaló al matador el primer coche que circulaba por Sevilla.

            - Francisco Díaz  “Paco de Oro”, y “La Bizca”, magnifica cantaora y mejor bailaora de flamenco.

            - El gaditano y valiente matador de toros Francisco Espeleta Machuca, iniciador de la dinastía torera de Los Espeletas, se casó con su paisana la gran cantaora y bailaora de flamenco María Dolores Ortega Díaz “La Jacoba”.

            - Rafael Gómez “El Gallo”, y Pastora Imperio, de quien el escritor Jacinto Benavente, viéndola bailar y cantar, dijo “esta niña vale un imperio”, de ahí su apodo, la que estuvo casada muy pocos días con Rafael, que al enterarle su padre Fernando “El Gallo”, que se había casado con su hermanastra, hija habida con otra mujer, llegando de inmediato la separación, además con un disgusto enorme al no habérsele comunicado antes de este secreto.

            - Manuel Mejías “El Papa Negro”, y la cantante italiana de ópera Tina di Lorenzo.

            - José García Carranza “El Algabeño” (fusilado posterior de la guerra civil española por ideas políticas), y la joven tiple de teatro Sara López.

            - El malogrado Ignacio Sánchez Mejías, muerto en Manzanares en el año 1934 por el toro “Granadino” de Ayala, y Encarnación López “La Argentinita”, interprete de canciones del folklore andaluz, aunque estuviera casado con Lola, hermana de “Los Gallos”.

            - Rodolfo Gaona (torero mexicano), y Carmen Ruiz de Moragas, guapísima madrileña, actriz de teatro del arte dramático, estrenó en la compañía del maestro Guerrero Mendoza las obras de “La Cenicienta”; “La Buena guardá”; y “Reinar después de morir”, y en el cine “Doña mentiras” y “Vacaciones de una actriz”, ambos se casaron en la Basílica de la Virgen de las Angustias de Granada en el año 1917. También a ella se le atribuye un hijo con el rey Alfonso XIII, llamado Leandro, que en la actualidad vive y es escritor, entre otras cosas que dice ostentar.

            - Joaquín Rodríguez “Cagancho”, y “Romea”, una de las mas cotizadas tiples de teatro.

            - Marcial Lalanda, y Emilia Mejías, gran actriz de teatro.

            - Diego Mazquieran “Fortuna”, y “Minerva”, guapísima bailarina de ballet.

            - José Mejías “Pepe Bienvenida”, y Pastorita Peña, también bailarina de ballet.

            - Manolo Escudero, e Irene Daina, una belleza de vedette.

            -  Paco Peribañez, y Araceli Sánchez, tiple de revista.

            -  Manuel Jiménez “Chicuelo”, y Dora “La Cordobesita”, gran bailaora.

            - Manuel Granero, muerto en la plaza de Madrid en el año 1922, y Maruja Mercader, otra guapa vedette.

            - Cayetano Ordóñez “Niño de la Palma”, y Consuelo Araujo Reyes, también magnifica bailaora de flamenco.

            - Bernardo Muñoz “Carnicerito de Málaga”, y Soledad Miralles, otra estupenda bailaora de flamenco.

            - Antonio Márquez “El Belmonte Rubio”, y Concha Piquer, en segundas nupcias, una de las mejores cupletistas.

            -  Félix Rodríguez, y María Antinea, una súper vedette de revista.

            - Braulio López “Gitanillo de Ricla”, y Paca Escribano, extraordinaria actriz de teatro.

            - Antonio García “Antoñito Maravilla”, y “Rosarillo de Triana”, elegante actriz de teatro.

            - Francisco Díaz “Pacorro”, y Blanca Suárez, la tiple que estrenó en el teatro Apolo de Madrid los populares chotis “El sobre verde” y “La farzonne”.

            - El recordado Manuel Rodríguez “Manolete”, muerto en Linares el día 28-08-1947 por el toro Islero, y la actriz española, pero recriada en México “Lupe Sino”, con la que tuvo unos apasionantes y acalorados amores, que el día de la muerte del “monstruo”, estaba hospedada en hotel Andalucía Palas del pintoresco pueblo alpujarreño de Lanjarón.

            - Joaquín Bernadó, y “María Albaicín”, una de las mejores bailaoras de flamenco.

            - Julio Aparicio, y “La Malena”, extraordinaria bailaora.

            - Juan Ordóñez, y Paquita Rico, gran interprete de la canción española.

            - Manuel Álvarez “El Andaluz”, e Isabel García Lara, guapísima tiple de teatro.        

            - Oscar Cruz, y María Rosa, gran bailaora de flamenco.

            - Héctor Álvarez, y “Pastorita Vega”, bellísima vedette.

            - Mario Cabré, y Ava Gardner, extraordinaria y guapa actriz.

            - Luís Miguel “Dominguín”, y la italiana Lucía Bosé, una belleza de mujer y mejor actriz, al que también se le achacaba varios amores con otras artistas.

            - Francisco Romero López “Curro Romero”, y Conchita Márquez Piquer, cantante de la copla española, hija de Concha Piquer, (ahora casado con otra mujer).

            - Manolo Carra, gran torero granadino, y la cantante italiana Coqui Mazetti.

            - Rafael de Paula, y la destacada bailaora de flamenco, la malagueña Marina Muñoz.

            - El infortunado Francisco Rivera “Paquirri”, e Isabel Pantoja, una de las mejores tonadilleras. Antes estuvo casado con Carmina Ordóñez.

            - José Ortega Cano, y Rocío Jurado, una de las mejores voces de todos los tiempos, fallecida hace pocos años.

            - Juan Serrano “Finito de Córdoba”, y Arancha del Sol, guapísima actriz y presentadora de televisión.

            - Javier Conde, y Estrella Morente, bellísima granadina, extraordinaria cantaora, con anterioridad el torero tuvo otra relación con la cantante Marta Sánchez.

            - Pedro Pérez “Chicote”, y Marina Heredia, otra belleza de Granada y excelente cantaora.

            - Antonio Peña, y Toñi”, una de las tres hermanas del grupo folklórico “Son de Soles”.

            - Cayetano Rivera Ordóñez, y Eva González, Miss de España y presentadora de televisión.

            En este mundo tan singular de los toros, no se concibe el toreo sin le presencia de la mujer sentimentalmente unida al torero. Se siente fascinada por el hombre bizarro, dominador y heroico, por un ser triunfador, varonil, seductor y valiente, con un talante romántico en los ruedos que extiende su poderío más allá de las plazas de toros. Nadie ignora leyendas, romances y tópicos, que casi siempre han sonado por diferentes motivos.

            El arte como el amor se ha creado para ser sentido y admirado, no para ser incomprendido y olvidado, por ello, en los toros, como en otras muchas manifestaciones artísticas van unidas en la expresión de la vida, motivo por lo que se adquiere una afirmación con un cariño mayor y fuerza.

            El escritor alemán James Huneker, dijo en uno de sus muchos libros: “El gran arte es lo instantáneo detenido para la eternidad”.

 

 

 

                                               Manuel GUTIÉRREZ TROYA, aficionado (Granada)