EL NIVEL ÓPTIMO DE ESTRÉS O "AROSUAL"
   

ANTONIO DAVID GALLARDO MARTÍNEZ

Licenciado en Psicología por la Universidad de Granada

 

Si le preguntaran a cualquiera de ustedes si un torero necesita estar estresado para realizar una faena óptima, seguro que la mayoría responderían claramente que no, parece lógico pensar que el estrés es un elemento psicológico negativo a la hora de realizar conductas tan complejas y arriesgadas como el toreo.

Sin embargo, la teoría psicológica del Arousal o nivel de activación óptima nos muestra lo contrario.

El estrés es una respuesta del organismo ante situaciones internas o externas que le resultan amenazantes, e incluye la movilización de recursos fisiológicos (aumento de tasa cardiaca, presión sanguinea, actividad muscular, conductancia de la piel, etc.), bioquímicos (aumento segregación de adrenalina) y psicológicos para poder hacer frente a tales situaciones. Esta activación de recursos, se llama en inglés Arousal, que significa alerta o incremento de atención, es esencialmente un estado natural de atención. Debemos entender arousal como una función energizante que es responsable del aprovechamiento de los recursos del cuerpo ante actividades vigorosas e intensas; este estado de arousal (activación) se percibe como una variación en el estado de activación en un rasgo continuo que va desde el sueño profundo en uno de sus extremos (como en un estado de coma) hasta el mayor grado de excitación en el otro.

El arte del toreo puede generar gran ansiedad y angustia, lo que a su vez, puede afectar a los procesos fisiológicos y cognitivos de forma tan drástica que provoca la incapacidad para torear debido a que puede llegar a provocar ataques de pánico, todos recordamos el reciente caso de Cristian Hernández, novillero mexicano que abandonó  la plaza de toros México en medio de una faena. No obstante y en menor medida también se puede dar el caso contrario, es decir, debido a la habituación de la conducta puede darse el caso que algunos toreros no lleguen a un nivel de activación necesaria para ejecutar el arte del toreo.

 ¿Pero, entonces que nivel de estrés o activación es necesario para una óptima ejecución?, dos teorías psicológicas complementarias nos guiarán en este punto, estas son la Teoría de la U invertida de Yerkes y Dodson; y la teoría de la Z.O.F. o zona de funcionamiento óptimo de Hanin.

La Teoría de la U invertida, nos dice que, que según aumenta el arousal provocado por una situación estresante, desde la somnolencia hasta la ansiedad máxima, hay un progresivo aumento de la eficiencia (eficacia) de la ejecución. Sin embargo, si el arousal continúa su incremento más allá de la alerta, hasta un estado de alta excitación, se produce un detrimento progresivo en la ejecución de la tarea, es decir, que a medida que aumenta el estrés lo hace el rendimiento, pero que este incremento se extiende hasta llegar a un punto de inflexión, a partir del cual cualquier aumento de la activación trae consigo un deterioro de la tarea.

Análogamente, la teoría de la zona óptima de funcionamiento Z.O.F., nos dice que el nivel óptimo de activación no es un punto del continuo, si no que debe ser un intervalo ya que este nivel óptimo no siempre está en el mismo lugar del continuo y, dependiendo de la persona, no siempre está en el punto medio del mismo.

 

 

            En resumen, podemos afirmar que se necesita un nivel de estrés adecuado para activar fisiológica, bioquímica y cognitivamente el cuerpo humano para ejecutar de forma óptima una buena faena torera.