CÉSAR GIRÓN

  (EL MEJOR TORERO SURAMERICANO)

   

IGNACIO ALMARZA GARCÍA

Aficionado de Ávila

 

 

     César Antonio Girón Díaz. Nace en Caracas el 13 de junio de 1933 trasladándose su familia a Maracay ese mismo año, en enero de ese año 1933 se inauguró la plaza de toros de Maracay que luego pasaría a llamarse oficialmente plaza de toros “César Girón”.

     Posiblemente de no haber existido esta plaza de toros, César Girón pudiera haberse dedicado al boxeo, ya que de joven llegó a tomar parte en combates a puño limpio y hasta ganó peleas con boxeadores que luego alguno se dedicó al boxeo profesional con el apodo de “La Vieja”.

     César Girón tenía en su familia un tío que llegó a ser torero, llamado Francisco Portal “Panadero” que actuaba por plazas de Colombia, en los años veinte. El tío no fue un destacado de este arte.

     Los padres de César Girón se llamaron Carlos y Esperanza. El padre fue mecánico, albañil y carpintero. La madre, lavandera.

     En el año 1950 después de torear mucho y bien con gran progresión, se consideró que estaba preparado para presentarse en Caracas. El día de su presentación triunfó rotundamente, matando seis novillos de seis estocadas y un pinchazo, rematando seis faenas por percance de Moreno Sánchez, compañero de aquella novillada.

     Con el éxito obtenido tomó la decisión de viajar a España, pues su idea era triunfar en nuestro país. Realizó el viaje en marzo del año 1951. Su idea, era no ser aspirante a torero sino, que sus pretensiones eran de serlo a figura del toreo, en ese intento Fernando Gago, antiguo banderillero sevillano que había estado en las cuadrillas de Juan Belmonte y de Carlos Arruza, pasó a ser el apoderado de un fenómeno joven con mucha afición, valor y ganas de ser alguien en esta difícil profesión.

     En este año de 1951 tomó parte en diez novilladas. En el año 1952 segundo año de estancia en nuestro país inicia la temporada el 16 de marzo en Barcelona, en un cartel compuesto para su presentación por Carlos Corpas y Antoñete. El triunfo conseguido al cortar orejas a sus dos novillos le ayudó a tener preferencia sobre los restantes compañeros que esperaban conseguir el visto bueno de D. Pedro Balaña, empresario de las plazas de toros de Barcelona.

     Barcelona fue muy importante en la carrera de César Girón ya que actuó en muchas tardes con el visto bueno de D. Pedro Balaña. Quedando este año, el primero en el escalafón de novilleros.

     La Alternativa la tomó en Barcelona con 19 años el 28 de septiembre de 1952 (En la feria de la Mercé) el padrino Carlos Arruza que volvía a los ruedos, retirado de la profesión para concederle la alternativa a su amigo César Girón y como testigo Agustín Parra Parrita. El lleno en la monumental de Barcelona fue impresionante.

     César Girón fue una figura completa en todos los tercios, capote, banderillas y muleta y extraordinario con el estoque.

     De todas las formas no fue nada fácil su consagración, ya que en España son muy pocos los toreros del otro lado, que llegan a triunfar, y más difícil a sostenerse una vez llegan, por lo tanto lo conseguido por César Girón en nuestro país es un milagro.

     En las temporadas que realizó en tierras españolas logró sobresalir de los grandes toreros que por los años cincuenta existían en nuestra tierra, Ordóñez, Aparicio, Litri, Luís Miguel, Chicuelo II, Pedrés, Antoñete, Ostos, etc. etc., retándose con todos ellos y con los toros que toreaban, Miuras, Pablo Romeros, etc., ganaderías ¡Buenas! y toreros extraordinarios. Digo lo de buenas pues a César Girón lo mismo le daba cuando se trataba de vencer una ganadería dura que otra comercial.

     Una de las mejores temporadas de César Girón fue la de 1954-55 no quiero esto decir que las otras no fueran buenas, sino que en las mencionadas, el número de festejos fueron superiores (Principalmente porque el quería superarse y terminar el primero en el escalafón de matadores) ya que en los años siguientes redujo la cantidad para descansar más entre festejo y festejo.

     La temporada de 1954 se encuentra en la cima, entre el grupo de cabeza donde se tiene preferencia a las mejores ganadería, elección de compañeros y porque no decirlo donde las bolsas (dinero) son más elevadas. Se justifica en tres continentes taurómacos, sur de Europa, norte de África y América.

     En la feria de Abril el día 27 en un cartel formado por Manolo Vázquez y Pedrés junto con César Girón tiene un triunfo apoteósico en La Maestranza cortando dos orejas y rabo en una enorme actuación, siendo el primer rabo que le concedía Sevilla. Pero dos días después repitió actuación en La Maestranza con Manolo Carmona y Juan Posada de compañeros de terna. En esta ocasión la faena vuelve a ser premiada con las dos orejas y el rabo ya que en los tres tercios estuvo colosal, rematando una completísima faena con un estoconazo que tira al toro sin puntilla.

     El día 11 de septiembre de 1955 indultó un toro en la plaza de toros de Jerez de la Frontera, el toro permanecía a la ganadería de Juan Pedro Domecq  (Esta corrida era de concurso).

     Otro de los triunfos grandiosos de César Girón sucede en Córdoba el día 26 de septiembre donde corta dos orejas, rabo y pata. La primera pata que otorga Córdoba. La faena colosal en todos los tercios y la espada como un cañón.

     Confirma la alternativa en el año 1955 en Las Ventas en San Isidro el 14 de mayo siendo su padrino Antonio Bienvenida y Pedrés como testigo. Estuvo muy bien en esta actuación. Pero la gran faena la realizó en día 20 cortándole las orejas a un toro de Pérez Tabernero. El día 7 de junio la corrida de La Beneficencia y el día 14 de este mismo mes la corrida del Montepío de Policía. Dos nuevos triunfos en ambos festejos repitiéndolos en el año 1956 los mismos en Beneficencia y Montepío de Policía, entrando con fuerza en Madrid al conseguir salir por la puerta grande varias tardes.

     En el año 1955 vuelve a ocupar el primer puesto del escalafón con 62 tardes y en 1956 68 tardes perdiendo algunos contratos como consecuencia de cornadas y otros percances menores, estas corridas las toreó en Francia, España y Portugal.

     Sus triunfos de la primera etapa fueron inmensos consagrándole como lo que fue “Una figura del Toreo”.

     El año 1957 limita sus actuaciones, toreando 28 corridas en España, pero sigue consiguiendo triunfos de clamor, porque César Girón es un torero con un gran pundonor, no dejando que nadie le arrebate lo que tanto le costó conseguir.

     En el año 1958 en Madrid triunfa clamorosamente, los buenos aficionados no olvidan la faena a “Rosaledo” de Pablo Romero, la ganadería que siente por ella gran predilección y a la que no quieren torear muchos toreros. Este día quedará para el recuerdo, 25 de mayo.

     Cuando da fin esta temporada contrae matrimonio con la millonaria francesa Danielle Ricard el día 20 de noviembre de 1958, la boda se celebra en el castillo de Santa Marta, propiedad del padre de la novia Paul Ricard.

     Al casarse César Girón se retiró de los toros, pero volvió como tantos toreros vuelven (La nostalgia, el ser reconocido en la calle, y sobre todo al notar la falta de ese riesgo, que para ellos es una forma de vivir).

     En el año 1963 una vez tomada la decisión de volver al ruedo, sufrió un percance gravísimo. El viento, fue el culpable, en la plaza de Las Ventas (Madrid) estando realizando un faena buenísima le dejó el aire al descubierto y el toro le dio una cornada muy grave, incluso se temió por su vida. Esta cornada a pesar de la gravedad no le dejó secuelas y César siguió triunfando en los cosos de España, Francia y Portugal.

     Y llegada la hora de dar por finalizada la vida taurina, decide cortarse la coleta en el año 1965 en otra de las faenas importantes, haciéndolo también en Caracas matando el solo seis toros de Valparaíso para despedirse en esta plaza el 27 de marzo del año 1966.

     El adiós definitivo, un adiós para siempre lo realizó en Carabobo el 26 de junio de 1971 en la Monumental de Valencia 21 años después de sus resonantes presentaciones de novillero ansioso de gloria y de encaramarse a ese puesto tan difícil de llegar y más de quedarse 21 años en la cúspide del toreo, haber matado según manifestarlo el propio Girón 2.066 toros.

     Una gran dinastía de toreros, César Girón, Curro Rafael, Efraín Freddy y Pepe Luís. De todos ellos la figura fue César Girón y muy por debajo Curro Girón. El maestro César Girón fue una prolongación mejorada de Carlos Arruza y mucho más completo que Armillita.

     César Girón tenía una gran afición por lo relojes de pulsera, los tenía de todas las mejores marcas, siendo la colección de un valor incalculable. Posiblemente algo tuvo que ver su muerte con ello. Ahora diré por que:

     El día del fatal accidente que le costó la vida amigos íntimos de César trataron de disuadirle para que no realizara un viaje. Le acompañaron, hasta el peaje de la autopista, en Tazón, uno de los que le acompañaron fue su hermano Efraín, discutieron para impedir el viaje, pero César estaba empeñado en ir a buscar un reloj que había dejado en Maracay, y así resultó el fin del viaje.

     El percance sucedió a las ocho y media de la tarde del día 20 de octubre de 1971 en el km. 73 de la autopista regional del Centro. Los que estuvieron socorriéndole manifestaron que al dormirse se estrelló con su coche (Un Volkswagen Karmann Ghia) contra la parte trasera de un camión Ford que viajaba muy despacio. Al ser trasladado al hospital de Maracay entró sin vida.

     César Girón guardaba dentro de su alma una gran admiración por España, siempre se quejaba de que en su tierra no pudieran hacer las cosas en el toreo como las hacían los taurinos españoles.

     Toda Venezuela fue muy dura, excesivamente exigente y cruel a sabiendas que César Girón pasará a la historia como un torero de época y reconocido en el mundo de los toros con el rango de figura universal.

     Su vida fue irregular, se separó de Danielle Ricard quedando tres hijos, Myrna (Casada con el rejoneador Antonio Ignacio Vargas), Patricia y César. César Girón tenía cuando murió 38 años.

     El cadáver de César Girón fue paseado y aclamado por sus compatriotas llorando a un gran torero que no fue debidamente reconocido por su pueblo.